SINDROME DE RILEY-DAY

El síndrome de Riley-Day

 
El síndrome de Riley-Day es un trastorno que se hereda y que afecta la función de los nervios. Los síntomas están presentes desde el nacimiento y van empeorando con el tiempo y ocasiona que las personas no sientan dolor alguno.

El síndrome de Riley-Day se transmite de padres a hijos (hereditario). Una persona debe heredar una copia del gen defectuoso de cada uno de los padres para desarrollar la afección.

Este síndrome se observa con mayor frecuencia en personas con ancestros judíos de Europa Oriental (judíos asquenacíes), donde la incidencia es de 1 en 3,700. La enfermedad es causada por un cambio (mutación) del gen IKBKAP en el cromosoma 9 y es poco común en la población general

 
 Nombres Alternativos

El síndrome de Riley-Day tiene diversos nombres:
 Disautonomía familiar
 Neuropatía sensorial
 Autónoma hereditaria tipo III

  
Síntomas
  •  Diarrea y estreñimiento
  •  Escoliosis severa
  •  Disminución en el sentido del gusto
  •  Ronchas en la piel
  •  Dificultades para alimentarse
  •  Deficiencia en el crecimiento
  •  Apnea
  •  Sudoración mientras se come
  •  Vómito
  •  Ausencia de respuesta al estímulo dolorosoy cambios en la temperatura (puede llevar a lesiones)
  •  Falta de coordinación, marcha inestable
  •  Convulsiones
  •  Fiebre
  •  Presión sanguínea alta
  •  Hipotonía
  • Neumonía repetitiva
  • Ojos secos
  • Falta de lágrimas con el llanto emocional
  • Superficie de la lengua anormalmente lisa y pálida
Los síntomas están presentes al nacer y empeoran con el tiempo.





La insensibilidad al dolor conduce a lesiones que no pueden percibir o lesiones que podrían no haber ocurrido si la persona hubiera sentido la molestia de esa lesión. Las personas que padecen este síndrome no pueden darse cuenta de que han sufrido quemaduras, heridas o roturas de miembros, por lo que generalmente mueren muy jóvenes a causa de accidentes o de acumulación de heridas.






Tratamiento

Las personas con este síndrome debe seguir un tratamiento que puede incluir:
  •  Protección contra lesiones
  •  Tratamiento de la neumonía por aspiración
  •  Gotas para los ojos para prevenir su resecamiento
  • Medicamentos llamados Antieméticos para controlar el vómito
  • Terapia anticonvulsiva si se presentan convulsiones o crisis epilépticas.
  • Comer en posición erguida y suministrar leche maternizada y texturizada para prevenir el reflujo gastroesofágico.
  • Incremento en la ingesta de líquidos y de sal, cafeína y uso de medias elásticas para prevenir la presión arterial baja al ponerse de pie (hipotensión ortostática).
  • Fisioterapia del tórax.
  • Brindar suficiente nutrición y líquidos.
  • Cirugía o artrodesis vertebral.

 Prevención

Buscar asesoría genética para informarse sobre el riesgo que puede haber y someterse a algunas pruebas cuando se considere apropiado.

Las pruebas genéticas son precisas para el síndrome de Riley-Day y pueden ser utilizadas para el diagnóstico de los individuos afectados, también para detectar portadores y un diagnóstico prenatal.
 
El médico llevará a cabo un examen físico. El paciente puede presentar:

  • Ausencia o disminución de los reflejos tendinosos profundos
  • Ausencia de respuesta después de recibir una inyección de histamina (normalmente se presentaría inflamación y enrojecimiento)
  • Ausencia de lágrimas con el llanto emocional
  • Tono muscular bajo (hipotonía), especialmente en bebés
  • Episodios repetitivos de hipertensión arterial
  • Escoliosis severa
  • Pupilas pequeñas después de recibir ciertas gotas oftálmicas o colirio. Hay disponibilidad de exámenes de sangre para verificar la presencia del gen IKBKAP. La tasa de detección en la población judía asquenazí es superior al 99%. 


Pronósticos
Con los avances a que se han llegado actualmente en el diagnóstico y el tratamiento de este síndrome, la supervivencia de los involucrados continúa mejorando. Hoy en día un recién nacido con el síndrome de Riley-Day tiene un 50% de posibilidades de que pueda llegar a los 30 años.
Con los avances en el diagnóstico y el tratamiento, la supervivencia continúa mejorando. Actualmente, un recién nacido con el síndrome de Riley-Day tiene un 50% de posibilidades de llegar a los 30 años.

 
Complicaciones

Las siguientes complicaciones se presentan en aproximadamente el 40% de los pacientes con esta afección:
•Ronchas o manchas en cara y tronco
•Sudoración excesiva de la cabeza y el tronco
•Presión arterial alta (hipertensión) y frecuencia cardíaca rápida (taquicardia)
•Insomnio
•Irritabilidad
•Manchas en las manos y en los pies
•Náuseas y vómitos
•Dificultad grave para deglutir (disfagia), babeo
•Empeoramiento del tono muscular

Situaciones que requieren asistencia médica

Consulte con el médico si los síntomas cambian o empeoran. Un genetista le puede ayudar a aclarar la información acerca de la enfermedad y decirle cómo contactar grupos de apoyo en su área.
Prevención
Las personas de ascendencia judía de Europa del este y las familias con antecedentes del síndrome de Riley-Day que estén pensando en tener hijos pueden buscar asesoría genética para hablar sobre el riesgo y someterse a pruebas cuando se considere apropiado.
Las pruebas genéticas por medio del ADN son muy precisas para el síndrome de Riley-Day y se pueden utilizar para diagnosticar individuos afectados, detectar portadores y realizar diagnóstico prenatal.




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